La compra constante de oro por parte de diversos inversionistas y la repatriación de oro del banco central norteamericano indican claramente la creciente desconfianza entre los bancos centrales y comerciales del mundo. El aumento de las existencias de oro de los bancos centrales de Rusia y China no son novedad para los que le damos seguimiento al tema del oro. En tan sólo diez años, las reservas de oro de Rusia pasaron de 532 a 2168 toneladas; las de China, en el mismo lapso, pasaron de 600 a 1886 toneladas. De hecho, el Banco Central de Hungría señaló en octubre del 2018:
"En circunstancias normales, el oro tiene una característica de fomento de la confianza, es decir, puede desempeñar un papel estabilizador y actuar como una importante línea de defensa bajo condiciones extremas del mercado o en tiempos de cambios estructurales en el sistema financiero internacional o en crisis geopolíticas profundas. Además, el oro sigue siendo uno de los activos más seguros, que puede estar relacionado con propiedades individuales como el suministro limitado de metales preciosos físicos, que no está vinculado con el crédito o riesgo de contraparte, dado que el oro no es un reclamo sobre una contraparte específica o país ".[1]
Uno de los grandes catalizadores de la emancipación mundial del dominio del dólar son las guerras comerciales entabladas por EUA bajo la presidencia de Donald Trump. Además, la implementación de la tecnología Blockchain está reflejando la creciente desconfianza en el sistema financiero “sostenido” por un dólar respaldado por “nada” cuyo poder adquisitivo se va erosionando de forma irreversible. Esta tecnología no se reduce a la creación e implementación de criptomonedas, aunque representa su auge más importante y, aunque aun falta que transcurra más tiempo para que estás alternativas financieras se conviertan en medios de cambio (que, en principio, para eso fueron creadas) claramente comienzan a ser ya almacén de valor tal y como lo es el oro.
Como activo monetario, el oro cuenta con el respaldo de 5000 años de historia en los que ha mantenido el poder adquisitivo de sus tenedores sin importar el escenario político-económico que prevalezca. El oro es el almacén de valor indiscutible y reconocido lo mismo por bancos centrales, que inversionistas y tenedores individuales en todo el mundo.
Cuando la omnipotencia de los bancos centrales o el historial de crédito en los mercados sean puestos en tela de juicio, para lo que, por cierto, no falta mucho tiempo, se generará un fundamental cambio en los patrones globales de pensamiento económico que se traducirá en una migración en masa hacia el oro y las criptodivisas. Si estás en condiciones de adquirirlos ahora, te animo a que lo hagas ¡ya!
[1] Press release: “Hungary’s Gold Reserve Increase Tenfold, Reaching Historical Levels“, Magyar Nemzeti Bank, October 16, 2018
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