Es increíble que hayan muchas personas "ordinarias" que esperan resultados "extraordinarios" en sus vidas. Y es increíble simplemente porque no hay proporción entre sus expectativas y sus acciones que son, las que a final de cuentas, generan los resultados que obtienen. Entonces, si no realizas acciones extraordinarias no puedes esperar resultados extraordinarios en tu vida, punto. Simple ¿no? Pues al parecer no, ya que son much@s aun l@s que siguen experimentando una gran diferencia entre lo que esperan y lo que obtienen de la vida, es decir, esperan mucho y obtienen poco.
La riqueza material y espiritual es mucha pretensión para quienes no están dispuestos a hacer más y mejor de lo que hacen, lo que nos sitúa en una cuestión interesante: mucho de la escasez de muchos se debe a su conformismo y mediocridad y no a la falta de oportunidades y posibilidades reales. ¡Increíble! Además, realizar acciones extraordinarias no significa que sean extremadamente difíciles sino que implican sólo un esfuerzo y dedicación "extra".
Por ejemplo, una persona que ahorra es extraordinaria frente a la que no ahorra; una persona que invierte su dinero es extraordinaria frente a la que simplemente lo gasta; una persona que estudia media hora al día sobre trading es extraordinaria frente a la que simplemente chatea y chismea en las redes sociales... Pequeñas grandes acciones que hacen toda la diferencia entre una vida sobresaliente y una supervivencia mediocre.
Los hay quienes se justifican con la falta de dinero, de tiempo, y/o de preparación como si los tres fueran inaccesibles o requirieran de talentos super especiales para lograrse y no, ni lo uno ni lo otro. Sólo se requiere de un cambio de mentalidad (de reactiva a proactiva) y de un poco de disciplina para lograr una mayor disposición de dinero, de tiempo y de preparación. Pensemos, por citar unas cuantas opciones, en como el estar dispuesto a trabajar horas "extra" puede incrementar mi disponibilidad de dinero; o como el dejar de perder tiempo viendo la TV o "chateando" me puede permitir disponer de un par de horas adicionales al día; y como el leer 15 minutos diarios un buen libro puede incrementar progresivamente mi inteligencia financiera.
¿Demasiado complejo? ¿Muy difícil? ¡Por supuesto que no! Sólo se trata de estar dispuesto y decidir a hacer más de lo que la gente común habitualmente hace y entender aquello que una vez Zig Ziglar explicó con claridad: "la diferencia entre una persona ordinaria y una extraordinaria es ese pequeño extra".
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