Cuando se habla del Reinicio Monetario Global (RMG) se hace referencia a
algo mucho más profundo que sólo otro ciclo económico o un colapso
financiero más. Los ciclos y los colapsos financieros ocurren cada cinco o diez años.
Un RMG es diferente.
Un reajuste monetario global ocurre cada treinta o cuarenta años. Hubo solo tres
RMG en el siglo XX: 1914, 1944 y 1971. El RMG de 1914 fue cuando las naciones
abandonaron el oro como patrón estándar de su dinero para luchar en la Primera
Guerra Mundial. El de 1944 se dio cuando las naciones volvieron a un estándar oro
en la conferencia de Bretton Woods. El de 1971 fue cuando los EE. UU.
abandonaron el estándar de oro de Bretton Woods y el mundo se mudó a monedas
fiduciarias y tipos de cambio flotantes.
No ha habido un RMG en el siglo XXI hasta el momento. Asumiendo el ritmo de
tres RMG en un período de 105 años que comienza en 1914 da un promedio de un
RMG cada treinta y cinco años. Han pasado cuarenta y siete años desde la última
vez. Por lo mismo, no es exagerado afirmar que el mundo está atrasado en su
próximo RMG.
El sistema monetario internacional hoy en día es un mosaico de tipos de cambio
flotantes, paridades rígidas, guerras de divisas, cuentas de capital abiertas y
cerradas, con dinero mundial que no se ancla en algo que sea de valor real. Se trata
de algo verdaderamente surrealista. Se puede determinar el precio de cada moneda
en relación con otra moneda, pero no hay forma de el valor de ninguna de ellas.
Por supuesto, el dinero respaldado en oro resolvió hace siglos el problema de
otorgarle valor a una moneda. Antes del siglo XVII, el oro y la plata eran dinero y
no había necesidad de hacer referencia a ninguna moneda en papel (excepto en
algunos experimentos medievales chinos de papel moneda que fracasaron
catastróficamente). A partir del siglo XVII, el papel moneda respaldado por oro y
el oro mismo circularon uno al lado del otro.
Si el sistema financiero permanece estable indefinidamente, entonces no hay
necesidad apremiante de un ancla o una manera objetiva de determinar el valor de
las monedas. Sin embargo, ya hemos visto cómo el sistema no se mantiene estable
indefinidamente. De hecho, el sistema se descompone de manera regular y estamos
viendo signos crecientes de que se está produciendo un nuevo colapso en la
actualidad.
Y, ¿cuál es el problema desde el punto de vista monetario? Bueno, básicamente el
problema es que, dinero que no está respaldado por algún tipo de bien es dinero
que tarde o temprano se volverá inflacionario y, el dinero inflacionario, es dinero
que pierde poder adquisitivo, o sea, vale manos en términos de los bienes y
servicios que puede adquirir. Qué el dinero se vuelva inflacionario significa que
cada vez hay más billetes y monedas en circulación que bienes y servicios en un
momento dado que se puedan adquirir con ese dinero. Entonces la manera de
compensar ese desequilibrio es con un incremento en los precios de los mismos
bienes y servicios.
Ahora bien, cuando esto le está sucediendo a la mayoría de las monedas del mundo
entonces se va requiriendo un “reinicio del sistema” para evitar que el dinero
actual en circulación pierda credibilidad por parte de la gente que lo utiliza para
realizar sus transacciones. Y, ¿cuándo pierde credibilidad el dinero en circulación?
Justamente cuando deja de alcanzar para lo que se requiere. ¿De qué te sirve un
billete – o una moneda – con más ceros que cada vez compra menos por que los
precios de los bienes y servicios tienen más ceros que tu dinero? De nada. Entonces
es cuando la gente empieza a intercambiar bienes y servicios por objetos de valor
(la esencia del trueque) y no por el dinero “oficial” que circula en la economía.
Al respecto, los puntos cruciales para ti son: si se diera el caso de la creación de
una nueva moneda que, sin previo aviso, cancelara el valor de la moneda actual en
la que tienes tus ahorros - ¡en caso de que los tengas! – o, de plano, que los demás
ya no acepten esa moneda y sólo estén dispuestos a darte lo que venden a cambio
de algo que sea valioso en sí mismo… ¿qué les ofrecerías? ¿Pieles? ¿Joyas? ¿Ropa?
¿Está claro el problema? Si no cuentas con oro, plata o criptomonedas simplemente
te quedarás fuera de la jugada del intercambio comercial simplemente porque nadie
querrá el dinero que tienes para ofrecerles. La historia no se equivoca y por algo
ningún billete ni moneda de tiempos pasados de culturas pasadas han mantenido su
vigencia hasta el día de hoy… ¡salvo las monedas de oro y plata!
¡Ahora es cuando amigos! ¡Ahora es cuando!
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