Mientras la mayoría sigue pendiente de sus series favoritas y de sus planes – de consumo – a corto (y, eventualmente, mediano) plazo, las cosas en el mundo están cambiando y, en tal sólo un par de décadas - ¡o antes! – no volverán a ser iguales. Y el problema radica en que la mayoría no se está preparando para esos cambios porque no ven más allá de sus narices y están muy ocupadas trabajando más para sobrevivir que para prosperar olvidando que, un aspecto esencial para prosperar es el prestar atención a lo que está pasando y “aprender”.
Pero las personas no quieren aprender - ¡y mucho menos “emprender”! -, sólo buscan pasársela lo mejor posible en medio de un mundo que se dirige a un cambio radical sin precedentes en la historia debido a dos factores principales (aunque no únicos) de escala mundial: las corrientes antiglobalización y las economías cada vez más sustentadas en la deuda que en la productividad.
Ambos factores provocarán una auténtica revolución en relativamente poco tiempo y harán que las reglas del juego político, cultural y económico cambien desde sus cimientos. Industrias enteras como la de la salud y atención a adultos mayores prosperarán mientras que la de bienes raíces y automotriz sucumbirán por fuertes cambios tan sólo en las tendencias poblacionales. La tecnología de cadenas de bloques desplazará a las ineficientes estructuras gubernamentales y financieras en el mundo para democratizar el intercambio de bienes y servicios entre particulares sin necesidad de intermediarios.
La naturaleza humana se rige por ciclos y también lo hacen sus estructuras creadas, ¡hasta el clima está cambiando! y no pasamos de simples comentarios al respecto. Se cumplirá una vez más aquello de que los que se adapten a las nuevas realidades son los que sobrevivirán – y prosperarán – frente a aquellos que se empeñen – inútilmente – en mantener las cosas como están. Por ejemplo, los emprendedores sobrevivirán frente a los empleados; los inversionistas, frente a los consumidores; los intuitivos, frente a los racionales; los flexibles, frente a los rígidos y los humildes aventajarán a los soberbios.
Ciertos ciclos – económicos, políticos, culturales y ¡hasta climáticos! – se están completando para dar inicio a sus opuestos…y casi nadie se está preparando para ello. Es por eso que, a partir de ahora incluiremos en nuestra sección de Inteligencia Financiera contenido nuevo referido a lo que podríamos denominar Inteligencia Predictiva, en la que no pretenderemos ser adivinos, sino observar ciclos y anticiparnos a sus posibles escenarios y consecuencias para generar nuestra mejor respuesta posible pues, como bien afirmara el célebre Winston Churchill: cuanto más atrás puedas mirar, más adelante verás. ¿Te animas a ver más allá de lo que te gustaría ver para prepararte y enfrentar aquello frente a lo que no te gustaría sucumbir?
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