Así como hace miles de años resultó crucial que nuestros antecesores identificarán los patrones del clima – las estaciones – para identificar cuando sembrar qué cosas y cuando cosecharlas, así de crucial es que los inversionistas aprendamos a identificar los ciclos que rigen a los mercados para que sepamos cuando comprar y cuando vender nuestros activos financieros.
Identificar los ciclos “naturales” de los mercados nos permiten evitar hacer las inversiones correctas en los momentos incorrectos, lo que hace la mayoría justo por moverse de acuerdo con sus emociones en lugar de hacerlo de acuerdo con las condiciones “reales” del mercado. Compramos acciones como compramos ropa, simplemente porque nos gusta o porqué está en rebaja. Pero generalmente lo que nos gusta suele estar muy caro y lo que está en rebaja se encuentra “fuera de temporada”, pues lo mismo en las inversiones bursátiles. Para prosperar se requiere que hagamos las cosas correctas “en el momento correcto”.
Ahora bien, como afirmara Tony Robbins en su libro “Unshakeable”: La ruta real a la riqueza es reservar una parte de tu dinero e invertirlo, de modo que se acumule durante muchos años. Así es como te vuelves rico mientras duermes. Así es como haces que tu dinero sea tu esclavo en vez de ser un esclavo del dinero. Así es como logras la verdadera libertad financiera.”
Entonces, vencer el miedo a invertir – y hacerlo eficientemente – implica “conocimiento” y “disciplina”; la buena noticia es que ambas dependen de ti, la mala, es que ambas dependen de ti. Es decir, sólo tú puedes decidir si finalmente vas a poner a trabajar al dinero para ti o vas a seguir trabajando sólo para ganar dinero y poder pagar la siguiente factura.
Y dentro de las opciones de inversión que existen, destacaría la bursátil por encima de la inmobiliaria, la de negocios y la de arte. ¿Por qué razón? Simple, porque es más sencilla y, a la larga puede ser la más rentable. Lamentablemente, de las opciones anteriores la menos “elegida” es justamente la bursátil siendo la que, por mucho, implica menos complicaciones y menor inversión inicial. Pero es curioso, muchas personas prefieren irse por lo que “conocen” en lugar de tomarse la molestia de aprender y recorrer el camino menos transitado y que, por lo mismo, suele ser el más rentable.
Aprender es mucho más accesible ahora que nunca y disciplinarte en inversiones bursátiles es mucho menos exigente que en las demás opciones. Pero la mayoría prefiere sucumbir ante el miedo a invertir que disponerse a superarlo con estudio y orden. Pues que así sea. Tal vez más adelante se animen a invertir en los mercados conforme sea más regular que se enteren de algún familiar o amigo que incrementó significativamente su nivel de vida o pudo retirarse mucho antes gracias a sus inversiones en la bolsa. Mientras tanto, seguiremos pregonando sus bondades y nos iremos preparando cada vez más para beneficiarnos mejor de esta forma maravillosa de lograr antes y mejor nuestra libertad financiera.
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