Lo que Creo del Dinero

Tus creencias sobre algo determinan lo que sientes sobre ello y, lo que sientes sobre algo determina a su vez cómo procedes al respecto. Con el dinero igual. Procedes financieramente de acuerdo a como te sientes respecto al dinero y estos sentimientos se derivan de tus creencias sobre él. Entonces, si deseo mejorar mis resultados financieros necesito incorporar nuevas – y mejores – creencias sobre la importancia del dinero y la posibilidad de ganarlo en abundancia.  

En esencia las creencias son hábitos mentales que versan sobre ciertas aseveraciones que hacemos y mediante las que damos algo por hecho; aseveraciones que se vuelven “verdades” para nosotros a base de repetirlas intensa y consistentemente a lo largo del tiempo. Por ejemplo, la creencia “no hay forma de que el dinero me alcance” se convierte en “mi verdad” que se nutre a si misma cada vez que la repito y se refuerza con los sentimientos de frustración y desaliento que conlleva. Las creencias se convierten así en “profecías de autocumplimiento”, como afirmara Henry Ford: “ya sea que pienses que puedes o que no puedes tendrás la razón”. Por ello es importante identificar nuestras creencias respecto al dinero para modificarlas en función del tipo de resultados que queremos lograr a partir de ahora en términos financieros.

En concreto, necesito identificar tres tipos de creencias sobre el dinero y ponerme a trabajar sobre cualquiera de ellas – o las tres- de inmediato:

1)      Lo que creo que vale el dinero (la importancia que tiene)

2)      Cuánto creo que puedo ganar 

3)      Cuánto merezco ganar y por qué

En una de estas tres – ¡o en las tres! – encontraré la raíz de mis problemas financieros. Si considero que el dinero no es importante en mi vida – o, peor aún, que se trata de algo indebido – entonces me sabotearé inconscientemente a mí mismo en mis intentos por mejorar mi situación financiera. Si, además, pienso que de cualquier manera no tengo capacidad para ganar lo que me gustaría o que no es posible hacerlo dadas las condiciones y circunstancias de mi entorno entonces simplemente así será y no lo lograré. Y, finalmente, si también creo que no lo merezco, pues entonces no encontraré la forma de ser financieramente libre. Con un de las tres creencias que sea negativa respecto al dinero tengo suficiente para generar escasez económica en mi vida.

Ahora bien, sea lo que sea que crea respecto al dinero, lo que necesito es comprometerme con tres nuevas ideas concretas y positivas respecto al dinero:

1)      El dinero en abundancia hace posible mi dedicación a lo que realmente me importa en la vida

2)      Soy capaz de encontrar o idear la forma de ganar $________ al mes

3)      Merezco ganarlo porque estoy llamado a hacer el bien a otros a través de mi generosidad

Listo, estás son las tres nuevas aseveraciones que habré de incorporar como hábitos a mi mente para que se conviertan en mi realidad próximamente pues “creo con lo que creo”. Y ¿cómo?  Simple (aunque no fácil), repitiéndolas interiormente con INTENSIDAD y CONSISTENCIA…los dos ingredientes de la incorporación de cualquier hábito en nuestras vidas. Después de todo, si “la práctica hace al maestro, la repetición hace al hábito”.

 

De ti depende, y como afirmara el gran Wolfang Goethe: “cuando llegues al nivel de compromiso definitivo con lo que quieres en la vida, entonces la Providencia se pondrá en marcha”.